viernes, 10 de junio de 2016

81 años de Alcohólicos Anónimos y sigue joven…

La tenacidad de dos hombres, uno, corredor de bolsa en Nueva York, Bill W.; y otro, un doctor en Akron, el Dr. Bob, hicieron que desde aquel lejano 10 de junio de 1935 hasta hoy 81 años después naciera y posteriormente floreciera por el mundo entero una organización de vida y salud no de vergüenza para la recuperación de los enfermos de alcoholismo: A.A.
Por Ventura Cota y Borbón III
Hoy es 10 de junio y la asociación de Alcohólicos Anónimos cumple 81 años de salvar vidas alrededor del orbe. El 10 de junio de 1935 es la fecha que marca el inicio de la sobriedad definitiva del Dr. Bob, cirujano que ejercía en Akron, Ohio, EE.UU., a quien le tocó hacer compañía por casi un mes a Bill, un corredor de bolsa con problemas, que no quería recaer en la bebida y desesperado por algún tipo de ayuda, le pidió al párroco más cercano que le recomendara a alguien con el mismo problema para hablar con él. El párroco le habló a Henrietta Sieberling, ella a su vez contactó a Bob, quien aceptó reunirse con Bill. De esa reunión y las siguientes, nació la semilla de AA.
Bob y Bill habían estado en contacto con un grupo de ayuda espiritual personal, que había sido fundado en 1908 por Frank Buchman, quien fue secretario local de la YMCA en Filadelfia y desilusionado por la falta de apoyo a sus planes de ayuda a los jóvenes necesitados, se fue a Inglaterra, allí fundo una cofradía evangélica que luego, en 1921, cambió su nombre por el de “Grupos Oxford”. Este grupo se extendió rápidamente por todo el mundo.
Tenían como principios básicos la aceptación absoluta de sus defectos de carácter, dejarse guiar por el Espíritu Santo, compartir como una verdadera hermandad y cambiar sus vidas previas, además fomentaban la fe y la oración y sus metas eran los más altos niveles de amor, pureza, honestidad y el mínimo egoísmo posible. Así fue AA desde su inicio. De hecho, en una grabación de Bill se le escucha decir: “Admitimos que estábamos vencidos, nos volvimos honestos con nosotros mismos, lo hablamos con otra persona, desagraviamos a quien dañamos, tratamos de llevar este mensaje a otros sin pensar en recompensa alguna, rezamos al Dios en que cada quien piensa”.
A Bill y a Bob se acercaron otras personas que alcanzaron la sobriedad a través del incipiente programa. Poco a poco se fueron definiendo y perfeccionando los aspectos del mismo. Cuatro años después publicaron el libro “Alcohólicos Anónimos”, en el cual se explican los doce pasos de la recuperación, que son un detallado plan para lograr la abstinencia y mantener la sobriedad, actualmente vigentes.

¿Es el alcoholismo una enfermedad?
La Organización Mundial de la Salud, en el año de 1953, después de un profundo estudio, diagnosticó al alcoholismo como una enfermedad incurable, progresiva y mortal por necesidad y que puede atacar indiscriminadamente tanto a hombres como a mujeres, no importando la edad ni el estrato social; asimismo la Sociedad Americana de Salud al igual que como muchos otros grupos profesionales, consideran al alcoholismo como una enfermedad. En la actualidad, jueces y legisladores también lo van reconociendo como enfermedad, aunque es válido decir que aún hay algunas autoridades que continúan mirándolo solamente como expresión de problemas emocionales ocultos. Otros lo ven como un síntoma que antecede a una enfermedad, aunque requiere tratamiento por sí mismo.
El Comité sobre Alcoholismo de la Asociación Médica Norteamericana, define al alcoholismo como una enfermedad en la cual se presenta ansiedad por el alcohol y pérdida del control sobre su consumo, como un tipo de dependencia que puede causar daño a la salud de la persona o interferir su habilidad para trabajar y para avenirse con los demás. El alcohólico bebe usualmente –no es esto una regla general-, en grandes cantidades, y con frecuencia llega al estado de embriaguez. Sin embargo, la cantidad y la frecuencia no son más que síntomas. Si bien es cierto que algunos alcohólicos beben en menores proporciones que algunos bebedores sociales, este hecho no modifica su condición básica ni la hace menos grave.
El factor clave está en la pérdida del control y la ansiedad por la droga, en este caso el alcohol. Los defectos físicos y las dificultades para ajustarse a la vida pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, o ser un resultado de ella.

Algunos síntomas
El síntoma más frecuente, entre otros, que se atribuye a la enfermedad del alcoholismo es la negación. El individuo que está bebiendo, le molesta que se refieran constantemente a su modo de beber, la bebida solitaria, o el beber temprano por la mañana pueden ser signos de alcoholismo, pero no siempre se presentan. Con la pérdida de control llegan las lagunas mentales, la pérdida de valores, de trabajos, etc.
En forma similar, el vivir en sitios de baja condición, la irresponsabilidad y otros tipos de conducta comúnmente asociados con el alcoholismo, ni se limitan a este desorden ni forman necesariamente parte de él. En realidad, la clase de alcohólicos compuesta por miembros de alto nivel profesional y económico constituye probablemente la más numerosa, y con toda seguridad, una de las clases de alcoholismo más ignoradas en este país.

Cómo trabaja el programa…
Bill y Bob no inventaron nada nuevo, de hecho, el programa de recuperación de A.A. es sintetizado de la religión, la psiquiatría, la medicina y las experiencias propias de sus miembros. En éste se aplican 12 pasos para la recuperación personal y 12 tradiciones para convivir con los compañeros, sociedad, familia, etc., pero además, todo es sugerido, no se le obliga a nadie a llevarlos a cabo. Las juntas o reuniones se efectúan por medio de pláticas de una hora y media que los psiquiatras denominan psicoterapia grupal. Se dice que se enfermaron por la boca (bebiendo) y por la boca se recuperan, pero no se curan…recordemos que el alcoholismo es una enfermedad incurable.
Realmente, no hay nada nuevo en AA. Se podría decir que no hay grupo religioso, fraternidad o asociación con fines de crecimiento espiritual y personal, que no practique la aceptación, el inventario personal a través de la introspección, la meditación, la confesión, la reparación o desagravio y algún tipo de oración.

¿Qué es lo que permite que AA sea un éxito para muchos?
Es probable que el éxito radique en algunos presupuestos vigentes para AA desde 1935: la neutralidad moral de las bebidas alcohólicas, que no son buenas ni malas; la no denominación religiosa, que permite a cada quien su acercamiento personal al Dios de su fe; la organización absolutamente horizontal, con autonomía absoluta de los grupos; el anonimato; la disposición de sus miembros a “pasar el mensaje” y a colaborar unos con otros con su presencia incondicional; la no imposición y el respeto a ultranza por la individualidad de cada quien y el constante refuerzo de la autonomía personal; finalmente, la aceptación del papel coadyuvante pero no imprescindible de los médicos y de las medicinas.
Para los médicos, AA es un instrumento terapéutico de primer orden. La aceptación del tratamiento por parte del paciente debe incluir el consentimiento de asistir a AA y, si no fuera ese el caso, será parte de su labor sugerir, con firmeza y esperanza, la asistencia a los grupos de AA. Asista o no el paciente a AA, a los familiares siempre se les pide con optimismo que asistan a ALANON, que es el grupo de ayuda para los familiares de quien sufre dependencia del alcohol.

La cuestión del Anonimato
Un miembro de AA, veterano de un grupo de Guaymas dijo lo siguiente: Una cosa es ser anónimo y otra es andar de incógnito. El anonimato es para la prensa, radio y televisión; para pasar el mensaje hay que dejarse ver, en el sentido amplio de la palabra, para poderle dar nuestra historia al que está sufriendo; no se trata de un asunto de vergüenza, sino de una forma de proteger a la gente que se acerca por primera vez y de un escudo para los demás alcohólicos, para protegerlos de sus propios defectos de carácter, ya que a veces quieren hacer pública su labor social, que la gente vea que ha cambiado, que ya son buenos y esto rompe el anonimato y por lo tanto, desvirtúa el objetivo que como agrupación tienen.

"Grupos en Guaymas, Empalme y San Carlos"
Existen alrededor de 22 grupos de recuperación de A.A., en Guaymas, Empalme y San Carlos. Todos ellos pertenecen a la Central Mexicana de Servicios Generales de A.A., AC, en su enunciado se resume lo que AA hace o no hace y es el siguiente: “Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de AA, es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de AA, no se pagan honorarios ni cuotas, nos mantenemos con nuestras propias contribuciones. A.A., no está afiliada a ninguna secta, religión, organización o institución alguna, no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa, nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a recuperarse del alcoholismo”.
La oficina de información pública pone a sus órdenes el teléfono 222 85 55 para cualquier información o duda.
En la actualidad existen poco más de 4 millones de miembros en cerca de 182 países.
Han sido 81 años de grandes esfuerzos pero que se han concretado en la satisfacción de ver la sonrisa de una familia entera en que su pilar principal (hombre o mujer) se recupera día a día con este maravilloso programa de A.A.
Los cofundadores, el Dr. Bob murió el 16 de noviembre de 1950. Bill W, falleció en Miami de pulmonía el 24 de enero de 1971. Siete meses antes había pronunciado ante la Convención Internacional del 35º Aniversario lo que resultaron ser sus últimas palabras a sus compañeros de A.A.: “Dios les bendiga a ustedes y a Alcohólicos Anónimos para siempre.”
Desde entonces, desde ese día de junio de 1935, hasta hoy a más de salvar la vida de millones de seres con problemas alcohólicos, A.A. ha llegado a ser una comunidad de extensión mundial, lo cual ha demostrado que la manera de vivir dentro de esta agrupación hoy en día puede superar casi todas las barreras de raza, credo e idioma.
La humanidad debe un reconocimiento y un perenne agradecimiento a los fundadores de AA. Fueron valientes visionarios que lograron convertir años de dolor y miseria espiritual y social, en fuente de serenidad para sí mismos y para millones de personas que sufren de dependencias de cualquier tipo.
El proceso de individualización, deshabituación y responsabilización de su vida y de su sobriedad, que se inicia y se mantiene en AA, es la acción por excelencia que pretende la psicoterapia.
Celebrar 81 años de éxitos continuados es para admirar, estudiar e imitar. Por el momento, como dije antes, simplemente lo recomendamos, enfáticamente.

Fuentes consultadas: Libros: Alcohólicos Anónimos; AA llega a su mayoría de Edad; el Dr. Bob y los buenos veteranos; Transmítelo. Folletos: Tres charlas con sociedades médicas; 44 preguntas y respuestas; Un punto de vista sobre AA; Esto es AA.
Asimismo se agradece la entrevista a un miembro de AA.