Enrique
Méndez/ La Jornada
Los
grupos parlamentarios del PRI, PAN y PRD en la Cámara de Diputados ofrecieron
terminar con la opacidad con la que se maneja el gasto del Poder Legislativo y
los “rubros ocultos” que permiten un manejo discrecional del presupuesto, que
para la Cámara este año ascendió a 7 mil 300 millones de pesos. Sin embargo, el
compromiso no se extiende a terminar con las prestaciones adicionales a la
dieta (salario).
Luego
de que la semana anterior, los diputados de Morena y Movimiento Ciudadano
anunciaron que renunciarán a los seguros de gastos médico mayores y de vida, el
coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, dijo
que sí hay que entrarle “de frente y sin resistencia” al cambio de reglas en el
manejo del dinero, pero “sí hay que quitar de en medio algunas expresiones que
para mi gusto tienen un tufillo demagógico”.
Al
participar en la presentación de un informe sobre la gestión parlamentaria que
realizó un despacho privado, Camacho Quiroz reconoció que el único de los tres
poderes de la Unión al que sólo se le han hecho “remiendos” es el Legislativo,
que requiere frente a la calificación negativa de la sociedad una “reingeniería
en transparencia y rendición de cuentas”, la operación de sus comisiones, el
gobierno interior y la conducción de los grupos parlamentarios.
El
priísta consideró que la fiscalización, transparencia y rendición de cuentas en
la Cámara de Diputados debe ser visto por los legisladores como un área de
oportunidad, más que para el medro político partidario”.
Durante
la reunión, el coordinador del PAN, Marko Cortés Mendoza, anunció que su
bancada solicitará que los recursos entregados al blanquiazul sean auditados
por despachos externos, porque el Congreso recibe y asigna enormes cantidades
de recursos de los que no informa ni hay claridad en su destino.
Dijo
que la misma actitud será solicitada a los otros grupos parlamentarios, para
que abra sus cuentas al escrutinio público. “Habrá a algunas resistencia a esos
cambios por parte de quienes se han conducido en la opacidad, aquellos que nos
les conviene se sepa en qué se gastan los cuantiosos recursos públicos que
reciben. El Congreso no puede exigir a otros lo que no puede y quiere exigirse
a sí mismo”.