Luciano Campos Garza/
Proceso.com
Con el apoyo de legisladores
independientes, la mayoría panista en el Congreso impidió la celebración de una
sesión extraordinaria para aprobar las cuentas públicas del gobierno saliente
de Rodrigo Medina de la Cruz.
En dicha maniobra estuvo
involucrado directamente el mandatario electoJaime Rodríguez Calderón.
Cuando la bancada del PRI se
aprestaba a ingresar al recinto para efectuar la sesión extraordinaria, en la
que se analizarían la polémica gestión del mandatario, se apareció el
coordinador político del equipo deEl Bronco, Manuel González Flores, y
se encerró con la bancada panista y diputados los independientes.
Al salir, el propio González
reveló que había convencido a algunos de integrantes de la Legislatura para que
no ingresaran al salón y tronar la sesión por falta de quórum. En dicha sesión
se preveía aprobar las cuentas al mandatario saliente del año 2013, justo a 12
días del relevo en el Congreso local.
Con el recinto semivacío, la
presidenta de la Mesa Directiva, Dolores Leal, de Nueva Alianza, dio por
cancelada la sesión: “En virtud de que tenemos sólo seis diputados, no tenemos
quórum legal para iniciar los trabajos, por lo que esta presidencia clausura el
período extraordinario de sesiones al que fuimos convocados, volviendo a sus
funciones la diputación permanente”.
Con nutridos aplausos,
ciudadanos sentados en las galeras celebraron la suspensión de la sesión.
Por la mañana, la Comisión de
Hacienda aprobó, con los votos del PRI, las cuentas de Medina, ante el rechazo
de la bancada panista que entre gritos pidió que no se validara.
En el exterior del edificio
del Congreso local, unas 200 personas se manifestaron en contra de la posible
aprobación de las cuentas públicas del gobierno central y organismos
descentralizados, cuyo monto asciende a unos 7 mil 834 millones de pesos, según
la bancada de Movimiento Ciudadano que próximamente entrará en funciones.
Gustavo Caballero, a nombre de
la bancada del PRI, acusó al PAN de politizar la sesión, y de impedir que el
Congreso desahogara más de 32 temas acordados y 245 cuentas que serían
dictaminadas.
“Nos dejaron como novias de
rancho”, se quejó.
Asimismo censuró la injerencia
del gobernador electo en los asuntos legislativos. “Es reprobable. En el
momento que ellos estén en el poder, no van a ver con buenos ojos que alguien
venga a quebrantar institucionalmente algunas normas establecidas. No lo compartimos.
Creemos que hay momentos y espacios para hacerlo”, dijo Caballero.