Silvia Ayuso/ El País.com
Batman murió en un accidente
de carretera, arrollado por un vehículo cuando trataba de averiguar por qué se
le había detenido en plena vía rápida su Batimóvil. No es como debe morir un
superhéroe. Ni siquiera uno de carne y hueso. Porque el Batman que perdió la
vida el domingo en una carretera interestatal de Maryland no era el héroe del
cómic que ha hecho soñar durante décadas a niños con ser un hombre murciélago.
Pero para muchos otros niños, aquellos enfermos a los que dedicó sus últimos
años de vida, Lenny B. Robinson, que así se llamaba este Batman de la Ruta
29, sí fue un auténtico ídolo.
“Miles y miles de niños han
perdido a un héroe, y eso es una tragedia”, dijo este martes a la cadena CBS Laurie
Strongin, directora de Hope for Henry, una fundación dedicada a entretener en
los hospitales de la región a niños que padecen cáncer u otras enfermedades
graves. En los últimos años, Robinson había trabajado estrechamente con esta
fundación, visitando de manera incansable a pequeños en hospitales de Maryland,
a los que llevaba juguetes, ánimos y, sobre todo, dejaba un recuerdo
inolvidable, comentó Strongin.
Robinson saltó a la fama en
2012, cuando el Lamborghini descapotable que conducía -y que había tuneado para
asemejarse más al Batimóvil- fue detenido por una patrulla de carretera. A
“Batman”, que vestía el riguroso uniforme negro de hombre murciélago, capa
incluida, se le había olvidado cambiar las placas de la matrícula, dejándose
puestas las que usaba con un símbolo del superhéroe cuando visitaba un hospital,
algo que llevaba haciendo desde 2001. Educadamente, echándose atrás la capa
para liberar sus brazos, Batman estrechó las manos de los asombrados agentes
antes de sacar su documentación de la guantera del Batimóvil. En vez de ponerle
una multa, los policías se sacaron una foto con el Robinson enmascarado. Luego
colgaron en Internet la escena. El vídeo se volvió viral. Y no solo por lo
insólito de la situación, sino porque detrás había una historia que conmovió a
muchos. Había nacido un nuevo superhéroe.
Porque Robinson podría haberse
dedicado a lo que quisiera. Le fue tan bien en su negocio de limpieza que lo
pudo vender aún siendo joven para haberse dedicado a vivir de las rentas. En
vez de ello, este padre de tres hijos, divorciado y residente en un barrio
acomodado de Owing Mills, en el condado de Baltimore, se gastó miles de dólares
en un disfraz de Batman que muchos consideran mejor que los usados por George
Clooney,Michael Keaton o Christian Bale en las numerosas
versiones para la pantalla grande realizadas del superhéroe. También se hizo
una versión propia del Batimóvil y dedicó numerosos fondos a comprar pequeños
regalos para los niños enfermos que visitaba, incansable, en los hospitales de
la región.
Preguntado durante una
conversación en el diarioThe Washington Post -el primero que reveló su
identidad- sobre por qué pensaba que a los niños les gustaba tanto este
personaje, Robinson consideró en 2012 que “Batman es el único superhéroe que no
tiene superpoderes” y que eso hacía más fácil que los pequeños se identificaran
con él.
Su muerte ha afectado a muchos
de los que lo conocieron. “El mundo ha perdido a un espíritu muy especial. Un
verdadero ángel viviente”, tuiteóRay Lewis, la exestrella de fútbol americano
de los Baltimore Ravens, tras conocer la muerte de su amigo. La policía
del condado de Montgomery, responsable de su involuntario salto a la fama,
también lamentó su fallecimiento. “Cuando volvemos a ver el vídeo, sonreímos y
reímos, recordando con cariño el día en que la policía del Condado de
Montgomery conoció a un verdadero superhéroe. Esperemos que la resplandeciente
luz del Caballero Oscuro siga brillando”, dijo en un comunicado.