Adriana Amezcua/ Reporte Índigo
La problemática generada por la violencia escolar no es
un tema de glamour ni de populismo legislativo, es de suma responsabilidad,
asegura Juan Carlos Romero Hicks.
“…y lo vamos a hacer bien y lo más rápido, pero en ese
orden”, precisa el presidente de la Comisión de Educación en el Senado de la
República.
El tema se insertó en la agenda nacional tras el
escándalo que provocó la muerte de Héctor Alejandro Méndez, el niño
de 12 años que murió el pasado 20 de mayo en Tamaulipas luego de las agresiones
sufridas a manos de sus compañeros de escuela.
Es el caso de la que este miércoles presentarán los
senadores Mariana Gómez del Campo y Mario Delgado ante la
Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Tras el anuncio de esta iniciativa, que se asegura tiene
el consenso de las principales fuerzas políticas para impulsar una ley general
para la prevención y atención del acoso y la violencia escolar, Romero Hicks
reconoce aún no ha tenido oportunidad de leerla.
En su opinión, el tema admite muchas soluciones pero no
cree que una ley por sí misma sea la solución, y asegura hay evidencia para
comprobarlo.
En este momento la legislación que atiende dicha
circunstancia está sujeta a revisión.
Como ejemplos, refiere a Reporte Indigo, la
existencia de la Ley General de Educación –que contiene 23 artículos que
atiende los términos de violencia–; la Ley de Protección a Niñas y Niños
Adolescentes; la Ley de Atención a Víctimas y la Ley de Prevención Social a la
Violencia y los Delitos, entre otras.
“Lo que tenemos como problema es que la legislación
actual no se cumple y tenemos que observar por qué no y enriquecerlo”, precisa.
No solo buenas
intenciones
El senador Romero Hicks recuerda que Gómez del Campo, su
compañera de bancada, y Mario Delgado, del PRD, anteriormente han introducido
por separado algunas iniciativas pero que éstas presentaban ciertas
dificultades.
Es decir, no tomaban en cuenta a las autoridades locales,
buscaban crear nuevas autoridades cuando éstas ya están debidamente
constituidas, proponía erigir nuevos organismos para atender el tema cuando la
ley general de educación ya lo tiene previsto.
En un tema tan complejo, “aunque de buena intención”,
llegaron a proponer modelos únicos de atención, recuerda Romero Hicks parte de
sus iniciativas previas.
Ahora considera están proponiendo una combinada que,
aunque no es desdeñable, “hay que estudiarlas con calma”.
En pocas palabras dice: “bienvenida la iniciativa, pero
esto no se corrige de un día para otro ni en una sola ley”.
Al legislador panista le molesta se refieran a estos
problemas con el término “bullying” que indica “es una palabra que no existe en
el español, que es inexacta e inapropiada”.
Tal realidad presente en la casa, en el barrio, en la
colonia, en la comunidad y en el espacio educativo como violencia tiene
distintas modalidades: física, sicológica, electrónica, patrimonial, sexual.
“Hay una diversidad de esas que no necesariamente son
conductas administrativas sino faltas de derechos humanos hasta delitos. Lo
ocurrido en Tamaulipas fue un homicidio, punto”, precisa.
Ahora las comisiones del Congreso de la Unión se
encuentra revisando las mejores prácticas de carácter internacional. Por
ejemplo, la de Suecia que habría que adaptarla culturalmente para México. O las
legislaciones de reciente vanguardia como las de Honduras, Brasil. Uruguay y
Costa Rica.
Hoy por hoy se estudian estos casos para obtener las
mejores prácticas porque se requiere “una combinación de política pública y
legislación”.
No cree que el populismo legislativo solucione tan
complejo tema, que considera requiere “convertir el espacio escolar en una
comunidad de aprendizaje con valores”.
Ese modelo involucra a maestros, alumnos, autoridades,
padres de familia, directivos. En contraposición de un modelo donde se sugiere
poner controles para convertir una escuela una especie de correccional. Eso no
va a funcionar.
“Tenemos una nueva ruta, bienvenida la nueva iniciativa
de mis compañeros seguramente tiene aproximaciones muy valiosas pero este no es
un tema de glamour ni de populismo legislativo es de suma responsabilidad y lo
vamos a hacer bien y lo más rápido, pero en ese orden”, remata.