Ventura Cota Borbón
David Pablos y dos de los protagonistas de su filme |
La noche de ayer, con motivo del 4to. Festival Internacional de Cine en el Desierto (FICD), se
transmitió en el auditorio cívico municipal Fray Ivo Toneck una excelente
película llamada “La vida después” misma que valió la pena fuera exhibida a
pesar del poco público que asistió a dicho evento.
Antes de que pasaran el filme y después de que éste
terminara, estuvo ofreciendo algunas palabras el director David Pablos, un joven que debutó con esa cinta y que en los
lugares donde se ha presentado –como alguno festivales importantes de Europa-,
ha sido recibido, según las críticas de especialistas, como un producto de mucha
calidad.
Precisamente, en la breve plática que sostuve con el
joven director Pablos, ante la pregunta expresa sobre la razón del por qué no
explotó las bellezas de nuestra ciudad, explicó que debido a las características
de la historia –a veces claustrofóbica, según sus palabras-, y al uso de cierto
tipo de lente, fue que las tomas muy cerradas no permitían la exposición de
elementos como los que cuestionaba.
“La vida después” se puede resumir como un filme
melancólico sobre la fraternidad y el amor materno, sobre las rupturas y la
zozobra, que se desarrolla en la atmósfera desértica de Sonora, con su entorno
de abandono y sequedad. Formalmente es una película bien construida,
estéticamente sobria que aprovecha los planos de la cámara de José de la Torre
y la edición de Miguel Salgado.
Guaymas, es desde ayer la subsede del FICD y este día sábado,
seguirá en el mismo tenor con exhibición de un par de cintas excelentes: “El manzano
azul”, una película venezolana a las 6 PM; y “3”, originaria del país invitado Uruguay, a las 8 de la noche, en el auditorio cívico Fray Ivo Toneck, la entrada es gratuita y abierta a todo público cinéfilo.
Apoyemos el esfuerzo de los entusiastas promotores de
este evento.