Al segundo hombre más rico del mundo le urge boicotear
las leyes que afectarán sus intereses. Para eso, está aprovechando al máximo la
influencia de sus aliados en la izquierda, que ahora luchan para declarar
inconstitucionales estas normativas
Armando Estrop/ Reporte Índigo
Carlos Slim Helú quiere sostener con la ayuda de los
partidos de izquierda todo el poder que logró con los de derecha.
Con la derecha logró un emporio, y con la izquierda lo ha
mantenido, y ampliado, a través de contratos millonarios para casi todas las
empresas de su grupo.
Por ello, quien ha sido mucho tiempo el hombre más rico
del mundo gracias a sus conexiones políticas –que empezaron a ser
públicas desde que se benefició con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari al
agenciarse Telmex – ahora le urge boicotear las leyes secundarias en materia de
telecomunicaciones, y poder mantener su imperio.
Pero la íntima relación que la izquierda han tejido con
Carlos Slim, los ha llevado a una encrucijada.
Las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones
serán su prueba de fuego.
Es tiempo en el que los partidos con los que ha
cooperado, deberán mostrar su verdadero rostro y los intereses que protegen:
Slim o los ciudadanos.
Y es que la relación comercial entre los principales
líderes de izquierda con el polémico empresario, son añejas.
De acuerdo a fuentes perredistas, para Slim es la hora de
empezar a cobrar favores, ayudas y los clásicos apoyos económicos electorales
que ha dado al partido que por casi 20 años ha gobernado la Capital
mexicana.
Así, el PRD ha sido el principal opositor a las leyes
secundarias de telecomunicaciones, recientemente propuestas por el Ejecutivo.
El pasado fin de semana su Consejo General logró
consolidar un frente opositor a esta iniciativa, porque considera que vulnera
lo que se logró con la reforma constitucional.
Van contra Televisa
Entre los principales argumentos contra las leyes
secundarias está el que se privilegia al duopolio televisivo, principalmente a
la empresa Televisa, con la que Slim mantiene una cruenta lucha desde hace
años.
Televisa ha querido entrar al sector de la telefonía al
mismo tiempo que Slim busca un canal de televisión. De este enfrentamiento
quedó huella en los foros realizados por el Senado, en donde los respectivos
representantes de las empresas en pugna protagonizaron un primer agarrón.
Los legisladores de izquierda aseguran que están cortando
las facultades que se dieron al Instituto Federal de Telecomunicaciones.
En las críticas de los legisladores del PRD nunca se
menciona el papel que juega el empresario de origen libanés en el sector de
telecomunicaciones. El PRD, además del frente opositor, ha pedido que se
estudie con calma el proyecto legislativo.
Incluso, promovió que se haga un periodo extraordinario
exclusivo para este tema, ya que la agenda que se fijó en el Senado para
dictaminar la iniciativa, se prevé que a más tardar el 25 de abril esté
subiendo al pleno para ser votada.
Los perredistas y legisladores de otros partidos de
izquierda están presionando para evitar una aprobación “Fast track” y
ganar tiempo para negociar en lo que evidentemente parece a favor de Slim.
Una de las principales opositoras a este proyecto es la
diputada perredistaPurificación Carpinteyro.
Además de ser la más conocedora del sector, pues estuvo
en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Felipe
Calderón, es quien más insistentemente acusa al actual gobierno de querer
beneficiar a Televisa.
Al igual que en el discurso de otros de sus compañeros de
partido, en sus argumentos jamás aparece el nombre Slim.
Obviamente el gobierno y su partido harán todo para
evitar llevar esa agenda.
Mientras que el PRI, aliado al ala maderista de Acción
Nacional, busca que el proyecto enviado por el presidente Enrique Peña
Nieto sea avalado de acuerdo al calendario ya fijado.
Las cartas están sobre la mesa.
En todas estas administraciones Slim ha podido construir,
operar y prestar muchos servicios
“La iniciativa es muy dura con Teléfonos de México, con
Telmex, y es muy suave con Televisa. Hay un trato discriminatorio en este
renglón. Es una iniciativa anticonstitucional y será rechazada”.
No son las palabras de un directivo de América Móvil
defendiendo al corporativo de su jefe Carlos Slim. Esto lo dijo el Senador
perredista Luis Sánchez en rueda de prensa cuando dieron el
posicionamiento oficial sobre las leyes secundarias de Telecomunicaciones.
Y fue más allá: “A Telmex se le determinó como un agente
preponderante en todo, absolutamente en todo, y a las televisoras no se les
trató igual”.
Esta también fue una reacción cuando a principios de
abril la empresa de Slim, América Móvil, fue declarada preponderante en
telecomunicaciones al controlar un 61 por ciento –de acuerdo a datos del
Instituto Federal de Telecomunicaciones- del sector.
Los últimos gobiernos del Distrito Federal tienen algo en
común: todos han dado jugosos contratos a Carlos Slim y los últimos cuatro, más
un interinato, han sido perredistas.
La participación de las empresas de Slim en el DF ahora
recibe correspondencia de la izquierda que han tenido que ver en los contratos.
Practican el “toma y daca”, y los amigos se apoyan.
Desde Andrés Manuel López Obrador, a la fecha, el
empresario ha gozado de buen trato para sus empresas.
En todas esas administraciones Slim ha podido construir,
operar y prestar una amplia gama de servicios en la Ciudad.
Con López Obrador, Grupo Carso restauró el Centro
Histórico, instaló cámaras de videovigilancia, remodeló la Plaza Mariana de la
Basílica de Guadalupe.