Ventura Cota Borbón
Me llegó vía correo
electrónico una denuncia en contra de Dulce
Verónica Castro, ella funge como directora de cobranza del departamento de
Tesorería, en las oficinas que alberga el edificio situado a espaldas del auditorio
Fray Ivo Toneck, en dicha denuncia un grupo de trabajadores se manifiestan inconformes
con el trato déspota, arbitrario y muy prepotente de la funcionaria de marras.
Por temor a represalias, el
grupo de inconformes, pretenden mantener un tiempo prudente esta situación de
acoso de la funcionaria prepotente y si a través de los medios de comunicación
el propio presidente Otto Claussen
Iberri no hace eco a esta denuncia, tomarán el camino que deban hacer para
poner la queja ante quien corresponda para que tome cartas en el asunto.
Por supuesto además de la
connivencia por parte de quien ejerce como encargado de esas oficinas, un
foráneo hermosillense de nombre Genaro
Valenzuela, el Tesorero debe poner atención a este asunto y proceder de
acuerdo con el bienestar de los demás empleados que ya están hartos [sic] del
trato tan prepotente de Dulce Verónica Castro, según indican en su misiva
electrónica.
Ella, la encargada del departamento
de cobranza, la presunta y desleal funcionaria municipal, asegura tener tantas
influencias que prácticamente lo que le digan en nada le afectará. De seguro
esta señora ha de sentirse la dueña y ama de ese departamento pero habrá qué
averiguar las razones por las que goza de tantas pleitesías. De seguro nada
buena se encontrará.
Señores denunciantes, mi
promesa de publicar su inconformidad está hecha. Corresponde ahora a ustedes
hacer la denuncia y descobijar a esa mala empleada, porque de otra manera si
mantienen por las razones que sean esa sumisión, la tal Dulce Verónica Castro
seguirá haciendo de las suyas y no habrá poder que la limite, finalmente el
alcalde seguramente ocupado en fruslerías, desdeñará este comentario.
Recuerden que el valiente
vive hasta que el cobarde quiere…