Ventura Cota Borbón
Susana Corella Platt, la dirigente del PRI en el puerto es una mujer
sumamente inteligente. Tengo la deferencia que me brinde su amista –así me lo
ha manifestado varias veces-, y de mi parte, correspondo como debe ser en
personas creo yo, bien nacidas. Pero van dos ocasiones en que arrogándose una
facultad que no le corresponde, me juzga de modo somero basada únicamente en
una percepción misérrima.
Cuando
no existe coincidencia con su modo de pensar, ella siente que es atacada. O
cuando las ideas concuerdan con otras personas no afines a su partido y condición,
arbitrariamente apoya su tesis de que secundamos o respaldamos lo dicho por aquéllas.
La
intolerancia es “pariente” muy cercana de la soberbia y por mala ventura, de
ese “mal hay muchos padecimientos. Adolecer de falta de humildad es muy –por decirlo
en palabras de gente cristiana-, pecado mortal.
¿La
razón por la que comento de modo público esto? Precisamente por que mi amiga
Susana Corella a través de la red social Facebook, me insinúa a modo de
reproche mi apoyo a un panista en un comentario obvio, en contra del suyo. Me
cataloga, la excelsa damita, según puedo inferir, como una persona roma, sin idea
propia e incluso incapaz de externar argumentos que aunque pudieran parecer
inconcusos, aceptables de mis yerros en ellos.
Susana,
espero no molestar con este comentario y me reitero a tus órdenes.