Sergio García Garrido
La
revolución franciscana no descansa. A
bordo del avión que lo transportaba de Brasil, donde culminó una intensa semana
junto a la juventud mundial, el papa Francisco charló durante 84 minutos con
los periodistas y declaró lo que nunca antes un pontífice se había atrevido a
decir de la homosexualidad, considerada oficialmente una enfermedad para la
Iglesia Católica.
“Si
una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para
criticarlo?”.
SIN
EMBARGO... Dios dijo a través de la biblia palabras muy duras contra los
homosexuales: 1 Corintios 6:9-11
"¿O
no sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis, que ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
maldicientes, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios. "
ERGO:
Tenemos un tipo ahí llamado Francisco I que dice que hace mal el Apóstol San
Pablo en su carta a los Corintios al juzgar a todos los de esa lista...
Si
Francisco I está ahí para ejercer una autoridad y no quiere ejercera, pues que
renuncie, pero que no venga a decir que habla en nombre de Dios, porque
prefiero la palabra de Dios admitida desde hace dos mil años a esta caterva de
léperos que se han enquistado en El Vaticano en nombre de una obediencia
sagrada en la que no creen, pero que utilizan para amarrar a millones de
feligreses. El lobo no puede ser pastor de las ovejas.
No
es mi opinión sobre el mundo gay, sino que la Iglesia tiene toda una doctrina,
Dios a través de la biblia fue claro.
Y
si este Francisco I no respeta la Biblia muy su problema. Yo respeto más dos
mil años de Iglesia que a este sujeto. Quizá por eso van a canonizar a Juan Pablo,
el que dio rienda suelta a los desmadres de la Iglesia durante 30 años, sin
control alguno, renunciando, como lo hace éste Francisco a su autoridad, pero
usándola para mantener al pueblo engañado.
Es
un razonamiento mi estimado Ventura Cota Borbón que me recuerda tu columna de
hace unos meses.
Me
duele además que días antes, también en Río de Janeiro Pancho Primero puso en
duda la divinidad de Jesucristo. Este suedo papa ni siquiera cree en el
Catecismo del Padre Ripalda.
En
esa altura de clero no hay espacio para la duda. La duda en materia de fe es un
pecado grave para ellos, como para cualquier cristiano, pero para él, que es el
responsable de tantas almas es un delito en materia de derecho eclesiástico.
Simplemente
es herejía. Sé que ésto puede molestar a más de cuatro, pero ya dijo
Aristóteles, el gran filósofo griego en su Ética a Nicómaco: "La amistad y
la verdad nos son caras, pero nosotros tenemos el sagrado deber de apegarnos a
la verdad antes que a las amistades".