Ventura Cota Borbón
En
Ciudad Juárez apareció una vengadora anónima. Ésta -quizás inspirada en aquél
legendario personaje de los setentas interpretado por el extinto Charles
Bronson-, ya es conocida como Diana la cazadora de choferes.
Según
las autoridades (in)competentes del vecino estado chihuahuense, en menos de una
semana lleva dos ajusticiamientos en igual número de conductores de camiones públicos
urbanos.
A
través de un mensaje electrónico enviado a una página de Internet de aquella
entidad, la presunta justiciera afirma ser la autora de los asesinatos y en su
descargo dijo: “Mis compañeras y yo sufrimos en silencio pero ya no podemos
callar más, fuimos víctimas de violencia sexual por choferes que cubrían el
turno de noche de las maquilas aquí en Juárez y aunque mucha gente sabe lo que
sufrimos nadie nos defiende ni hacen nada por protegernos, por eso yo soy un
instrumento que vengará a varias mujeres que al parecer somos débiles para la
sociedad pero no lo somos en realidad somos valientes y si no nos respetan nos
daremos a respetar por nuestra propia mano, las mujeres juarenses somos
fuertes”, concluyó.
A
esos vengadores anónimos y otros no tan anónimos (las policías comunitarias del
sureste del país) no les queda otro camino según puede inferirse, que actuar en
consecuencia y no faltará mucho para que lo que hoy puede ocultarse se desborde
en una ingobernabilidad que ni el propio Ejército tendrá capacidad de
controlar.
El
pueblo ya está hasta la madre de tanta impunidad, robos, injusticia, uso
discrecional del poder. Está hasta la madre de los políticos falaces, de los
empresarios voraces y traidores, de todo lo que significa Gobierno.
No
tengo ninguna duda en que en el asunto de la incógnita vengadora de mujeres de
Juárez, la autoridad pondrá todas sus fuerzas para tratar de encontrarla y
consignarla; sin embargo les ha faltado firmeza para poner fin a tanto feminicidio
que por mala ventura se ha extendido a otros estados del país.
Ojalá
que Diana, la cazadora de choferes sicalípticos no esté asesinando al azar y se lleve entre las "patas" a gente inocente; que si va a seguir con esa dinámica, que en realidad castre y ejecute en el
amplio sentido de la palabra, a esos individuos enfermos y degenerados que son
en realidad responsables de tanta muerte de mujeres. Más de uno lo pensará de
aquí para adelante.