Ventura Cota Borbón
Tengo
relativamente poco tiempo de conocer y tratar al agente fiscal de la región, Lorenzo Decima Dworack y debo admitir
que me ha causado una muy buena impresión.
Viene
a colación su nombre debido a que por comentarios de muchas personas me he
enterado que al señor Decima lo ubican como un prospecto en su partido –Acción
Nacional-, a buscar en las elecciones del 2015 la alcaldía portense, claro
entre otros aspirantes más.
Él,
a pregunta expresa de su servidor en cuanto a aclarar las elucubraciones que
menciono líneas antes, sólo sonríe y expresa que su prioridad es hacer su labor
como encargado de la agencia fiscal y si los dirigentes de la organización
albiazul consideran prudente y adecuado que contienda por un puesto de elección
popular, en concreto por la Presidencia Municipal, naturalmente existe la
posibilidad de que lo hará, dice Decima Dworack.
En
política, nos tienen acostumbrados a que el hombre o la mujer mientras más
deshonesto sea, acuse un cinismo a toda prueba, sea capaz de lo inimaginable,
negativamente hablando y mantenga una línea lo más cercana a la inverecundia,
es muy probable asegurar cualquier candidatura.
Pero
en el asunto que hoy me ocupa en este remedo de columna, con el caso del señor
Decima Dworack, tengo mis dudas. Lorenzo Decima me atrevo a decir, es un buen
tipo. Su bonhomía se transpira y eso en política, repito, es una aberración y
por tanto representa un hándicap muy notorio.
Tampoco
se puede encasillar y generalizar al momento de emitir un juicio respecto de
tal o cual actividad, no obstante en la política no se goza de una fama
positiva. Por supuesto que como en todo, existen buenos y malos. Honestos y
deshonestos. Corruptos y verticales, etc, y quizás los atributos que hoy
cobijan a quien podría ser en el futuro el candidato del PAN serían su
pasaporte a que se ponga la esperanza en gente con calidad moral suficiente
para administrar los bienes de un pueblo.
También
se habla de la posibilidad de que Manuel
Villegas Rodríguez, Gastón Lozano,
e incluso de las aspiraciones –legítimas naturalmente-, del propio dirigente
municipal del partido, Omar Núñez
Caravantes, sólo que de entre los mencionados, y sin quitarle mérito a
nadie, la mejor opción la representa Decima Dworack si es que el PAN quiere
regresar como primera autoridad. Esto lo dice la gente, repito.
Y
es que de antemano se presume que habrá un agarrón de pronósticos reservados en
eso de buscar ser el candidato a la alcaldía –y a los otros puestos-, en el
cual se librará una batalla en la que nadie pedirá ni cederá cuartel en lo que
resta del lapso para que oficialmente puedan “agarrarse” a moquetazos.
Algo
que deberá tomar en cuenta el próximo contendiente panista, son las “marranadas”
que dejó quien ya tuvo la oportunidad de pasar a la historia de modo positivo y
que representa una muy alta cuesta que superar sumándole a ésta el lastre que
deberá llevar consigo. César Lizárraga,
sobre quien se presume no hizo las cosas de modo decente, es el óbice en el
camino.
Lizárraga
Hernándeza fue artífice para que Manuel Aguilar, en mi opinión un candidato
bueno, no lograra la victoria en los comicios pasados y eso deberá tomarse muy
en serio a la hora de buscar ser alcalde, quien así lo pretenda.
En
suma, si Lorenzo Decima Dworack quiere ser el candidato a la presidencia
municipal de Guaymas, ya sabe a lo que le tira e infiero que ha puesto en la
balanza todos los pros y contras. Si decide pelear la candidatura, la mejor de
las suertes.