Ventura Cota Borbón
Ignoro
con certeza si el ex presidente Vicente
Fox Quesada sufre de algún trastorno mental o sus displicencias febriles son
producto de una “inocencia” política o qué sé yo, pero de que está loco, lo está.
Y
no es que la esquizofrenia que padece el guanajuatense ex mandatario sorprenda,
de facto antes de asumir la primera magistratura del país, sus desplantes
causaban ya la impresión que no estaba bien de sus facultades mentales.
No
conforme con esa estúpida declaración, siguió arremetiendo dos días después
reafirmando que el Benemérito no le merece ningún respeto ya que pudo ayudar a
su estado (Oaxaca) a salir de la pobreza y 150 años después siguen igual o
peor. Además, dijo del oriundo de San Pablo Guelatao, que permitió la
injerencia gringa en nuestro país, dando a entender que Juárez “las dio” a los
estadunidenses. Cómo si Juárez hubiera sido el único que se haya entregado al
poder del vecino del Norte. Seguramente Fox se emancipó.
Independientemente
de que las declaraciones del ex jefe del Ejecutivo sean verdades o que así haya
sido e incluso que podría caber la posibilidad de que él, Fox, haya sido mejor
presidente que Juárez –que muchos lo dudamos-, no debe auto halagarse. La historia
ya juzgó a Benito Pablo Juárez García
y también lo ha juzgado a él.
Fox,
además de bocón, beligerante, ignorante, etc., resultó ahora un individuo soberbio
y patán.
Quesque
mejor que Juárez. Está bien chiflado ese amigo.