jueves, 21 de enero de 2016

Bruno Pablos: inigualable

Por Ventura Cota y Borbón III

La tarde noche de hoy jueves, el salón del sindicato ferrocarrilero de Empalme lució un lleno total y la razón de tal acontecimiento fue la presentación del libro “Declamación: la expresión del discurso poético” autoría del gran poeta costumbrista, Dr. Bruno Pablos, por supuesto sin faltar el recital de enorme calidad a los que nos tiene acostumbrado.

Tal evento fue posible gracias al Ayuntamiento de Empalme y coordinado por la dirección de Acción Cívica y Casa de la Cultura.

La presentación de la nueva obra literaria corrió a cargo de la Lic. Sara Valle Dessens, quien excelentemente documentada, brindó una exposición precisa del poeta oriundo de la Tierra de los Generales. Por su parte, Bruno Pablos se dijo complacido y agradecido con el público por respuesta tan favorable. “La gente de Empalme y esta región siempre nos recibe con mucho entusiasmo y cariño”, comentó.

Este libro, dijo Pablos, nace de la necesidad de dar a conocer al público que gusta de la poesía y la declamación un sentimiento, lástima que desde 1970 no se editaba un libro exclusivamente que hablara de la declamación. Sí, muchos poemarios, mas no de este género, comentó antes de deleitarnos con su presentación.

Siempre he admirado la capacidad creativa del maestro Pablos. El sentimiento que imprime en su declamación y la enorme capacidad de retención. Una memoria formidable. Un don que sólo los grandes poseen.

Como siempre, el Dr. Bruno Pablos nos arrancó carcajadas con sus poemas “Yo te convengo Chayo”, “El culto, el bronco y el raro”, entre otros; pero también nos hizo reflexionar su poema dedicado a los hijos y naturalmente, con esa enorme capacidad también nos puso a llorar con su “Caballo Bueno”. En fin, con su dinámica, mantiene muy atento a los asistentes a su muestrario de cultura.

Enhorabuena por el alcalde de Empalme, Carlos Enrique “Kiriki” Gómez Cota por traer ese tipo de espectáculos de calidad, y sobre todo de carácter gratuito

Bruno Pablos es un chingón, de eso no me queda duda. Lo demás…es lo de menos.


He dicho.