Ventura Cota y Borbón III
Claudia
Pavlovich,
gobernadora electa de nuestro estado, una vez que obtuvo su constancia como
tal, afirmo categóricamente que no habrá cacería de brujas; mas sí aplicación
de la ley. Esto en referencia por supuesto, a Guillermo Padrés Elías, quien gobernará hasta el mes de septiembre
próximo.
Para quienes conocen los vericuetos de la
política, lo dicho por Pavlovich bajo la euforia del triunfo, quedará sólo en
palabras…
Además, usando un poco la lógica, a la señora
Pavlovich no le conviene hacer escándalo de ninguna índole, debido a que casi
es seguro ella misma se vea envuelta en líos similares cuando concluya su
sexenio.
Esto de la impunidad y la corrupción –patentado
de corzo de algunos políticos-, van junto con pegado y la señora gobernadora
electa no le convendría de ningún modo escupir hacia el cielo.
Sobre Guillermo Padrés hay presunciones que
indican corrupción rampante; sin embargo, una vez terminado su desastroso
sexenio, se irá como el Jibarito.
Así es la política en nuestro país –y en
otros muchos más-, por ello aunque ello representa una impotencia y un coraje,
ya el pueblo debería estar acostumbrado a tales desaguisados. El político (casi
todos) siempre gozará de impunidad porque el pueblo es muy bruto, agachón y
dejado.
Finalmente todos son mulas del mismo hatajo.
He dicho.
He dicho.