El mexicano medio ve canales de televisión de Televisa y
tiene una línea de telefonía celular Telcel. Esquivar a las dos grandes
empresas de telecomunicaciones del país es casi un acto de fe. Al menos así era
hasta ahora. El Instituto
Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) ha dado el primer paso
para abrir el sector a la competencia. El organismo ha publicado
este viernes en el Diario Oficial de la Federación la
convocatoria para la licitación de por lo menos dos nuevas cadenas de
televisión con cobertura nacional.
El comunicado también informa de que el pleno del
organismo ha tomado otra crucial decisión respecto a los dos gigantes de las
telecomunicaciones mexicanas: Grupo Televisa y América Móvil.
El Ifetel ha decidido ya si considera a los dos imperios como "agentes
económicos preponderantes", es decir, que controlan más de 50% de su
mercado o que por su peso imponen sus propias condiciones limitando a los demás
jugadores. Si es así, serán sometidos a una serie de medidas con la intención
de abrir el sector de la radiodifusión y la telefonía a la competencia. El
Ifetel ya ha procedido a informar a esas empresas sobre su resolución, y los
detalles de la misma se darán a conocer cuando las entidades hayan sido
debidamente notificadas.
“Se aprobaron las resoluciones a los procedimientos
iniciados para la determinación de los agentes económicos preponderantes en los
sectores de telecomunicaciones y radiodifusión y la imposición de medidas para
evitar que se afecte la competencia y la libre concurrencia, así como las
medidas para la desagregación efectiva de la red local del agente preponderante
en telecomunicaciones”, explica el comunicado.
En cuanto a la licitación de las dos cadenas de
televisión, el Ifetel dará a conocer las bases antes del domingo. La industria
está pendiente de saber a cuánto ascenderá el monto que pedirá el Gobierno a
los interesados. También será relevante conocer de qué forma se obligará a las
empresas ya existentes a facilitar su infraestructura de transmisión a los
nuevos jugadores. En la convocatoria publicada este viernes, se explica que
todas las empresas que participen en el concurso tendrán que contar con el
visto bueno del Instituto en materia de competencia económica y que la
concesión de las cadenas será de 20 años. El formato de solicitud se deberá
enviar al regulador entre el 16 y 17 de junio.
Grupo Televisa es la mayor televisión abierta mexicana
con casi el 70% del mercado y concentra cuatro de las principales empresas de
televisión de pago, lo que representa casi el 60% del total. Es el mayor grupo
de medios de comunicación de habla hispana. Con América móvil pasa más o menos
lo mismo, su empresa Telmex, de telefonía fija e Internet, controla el 84% del
mercado, y Telcel, de telefonía móvil, suma más de 70 millones de clientes, un
70% del total. Se trata además de la mayor empresa de telefonía celular de
América Latina.
El ciudadano de México ve, oye y habla a través de dos
únicas firmas empresariales, propiedad de dos mexicanos con un hueco en la
lista Forbes de los hombres más ricos del planeta. Carlos Slim, dueño de
América Móvil y hasta este año el hombre más rico del mundo, está en el segundo
puesto con una fortuna de 72.000 millones de dólares. Emilio Azcárraga Jean,
propietario de Grupo Televisa, ocupa el número 663 de la lista con 2.600
millones de dólares.
Los fallos recurrentes del servicio de telefonía de
Telcel son objetivo de las más duras críticas, pero la empresa no ha dejado de
ganar nuevos clientes. Solo en 2013 obtuvo casi cinco millones de nuevas
líneas. Los usuarios alegan que la cobertura de Telcel es mayor que la de otras
compañías como Movistar (de Grupo telefónica y con el 19% del mercado) y
Iusacell (propiedad a su vez de Televisa y Grupo Salinas y con un 7%).
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, al que el
sector crítico bautizó durante su campaña electoral como el "candidato de
Televisa" por el supuesto apoyo brindado por la televisora, promovió el
año pasado la aprobación de una reforma de las Telecomunicaciones con el fin de
acabar con los monopolios y aumentar la competitividad. La ley, que
incluyó una reforma constitucional, fue aprobada en junio de 2013 y
contó con el apoyo de los principales partidos de la oposición, PAN (derechas)
y PRD (izquierdas). Sin embargo, el desarrollo de la histórica reforma que
podría cambiar el panorama de las comunicaciones ha ido más lento de lo
esperado. Las necesarias leyes secundarias, de las que depende el alcance real
de la reforma, siguen atascadas pese a que se tenían que haber aprobado antes
del 9 de diciembre.
La primera consecuencia de la ley ha llegado finalmente
de parte de Ifetel, el órgano oficial autónomo que se creó en 2013 con el
objetivo de dar y revocar concesiones así como de sancionar prácticas de
monopolios. Tanto Televisa como América Móvil podrán ampararse ante las
decisiones de organismo, pero el trámite judicial no dejará en un limbo las
medidas, como sucedía hasta antes de la actual ley, que serán de aplicación
inmediata.
La batalla de
las empresas por mantener su poder no ha hecho más que empezar. El
primer golpe lo sufrieron Televisa y TV Azteca, que cobraban hasta ahora a los
grupos de cable privados por la utilización de sus programas de señales
abiertas, lo que según la nueva reforma estaría prohibido. Dish México, la
segunda firma de televisión privada por satélite, comenzó a utilizar esos
canales para sus retransmisiones sin pagar a finales del año pasado y, pese a
las quejas de los grandes grupos, el Instituto Federal de Telecomunicaciones le
ha dado la razón. La polémica se vuelve mas compleja porque según información
de varios medios, entre ellos CNN Expansión, se ha revelado la existencia de un
acuerdo de compra-venta entre la firma Telmex, de Slim, y Dish, lo que para
algunos significa que la empresa de televisión por cable ya obedece de facto a
los intereses del magnate mexicano. Portavoces de la empresa de Slim han negado
categóricamente que tal cosa sea cierta.
Todo eso está a punto de cambiar a partir de este
viernes.