miércoles, 12 de junio de 2013

La “moda”

Ventura Cota Borbón
Hace muchos años en Chihuahua, ante el hartazgo de la ciudadanía combinado con la impunidad, la corrupción, las mentiras y otras cosas más que usan los políticos para ascender al poder, salió la “puntada” de postular a la presidencia municipal de ese estado a un asno. No es vacilada: un burro, un pollino, un asno, borrico, rucio, jumento, garañón, onagro, rucho.

En Veracruz, en Xalapa concretamente, la ciudadanía igualmente ya cansada, harta de los mismos que pretenden las mismas posiciones, a través de las redes sociales candidatearon a un gato.

Morris es el félido que ha sido lanzado a la fama por que la gente lo ha aceptado sin condición. Y lo peor del asunto, es que se ha tomado tan en serio que hasta el IFE pretende intervenir al lanzar anuncios “conminando” al votante a no desperdiciar el sufragio en el “candigato”.

Y la realidad del asunto es que en las postulaciones en mención no hay ninguna novedad. Fuera de los animales que se postulan en señal de protesta, los hay aquellos que premeditadamente lo hacen: los políticos. Y aunque no es lo mismo un animal político –en alusión directa a la teoría de Aristóteles-, que un político animal, mismos que desgraciadamente son los que abundan.

Por ejemplo, aunque siempre son roedores los postulados a puestos de elección popular, la gente, sobre todo los seguidores, los encumbran para que esas “ratas” –como el César, el Otto, el Memo, Etc-, tengan la facilidad de robar a pasto abierto.


Y no sólo son gatos, perros o burros los que buscan ser elegidos, sino que recientemente se “escogió” para alcalde a un “cocodrilo”…¿Adivine usted que ayuntamiento desgobierna?