miércoles, 7 de noviembre de 2012

Paralelismo…

Ventura Cota Borbón
El jaguayano Barack Obama será de nuevo quien siga gobernando los destinos de la nación más poderosa del mundo a partir del 20 de enero de 2013. En la elección efectuada ayer en la Unión Americana, éste se impuso a Mitt Romney con una ventaja de 126 votos electorales.

Las elecciones que se llevan a cabo en los Estados Unidos el primer martes de noviembre de cada cuatro años, tienen una particularidad: la cantidad mayoritaria total de votos nominales, es decir sufragios personales, no siempre dan el triunfo a quien los obtenga. Finalmente el resultado concluyente de la elección la deciden los votos electorales, mismos que son 538, exactamente el número de congresistas que componen el gobierno norteamericano.

Hasta las once de la noche de ayer –tiempo de Guaymas-, Romney llevaba una ventaja sobre Obama de 335 votos populares, pero iba perdiendo en los electorales: 274 contra 202. En el resultado final, Obama superó en votos populares a Mitt Romney por casi dos mil, es decir estuvo pareja obteniendo cada uno 50%.

Acudieron a las urnas –tanto electrónicas como físicas-, poco más de noventa millones de ciudadanos norteamericanos, de esa cantidad un 20% eran hispanos.

Y lo más importante, al ganador de la contienda no se le refuto dicho triunfo. Mitt Romney aceptó resultados tan contundentes de manera inmediata.

Curiosidades:
Seis aspirantes buscaron la presidencia de Estados Unidos: Partidos Republicano, Demócrata y cuatro independientes, de los cuales sólo dos quedaron en la justa final.

De acuerdo a datos, las de ayer han sido las elecciones más caras de la historia en los Estados Unidos con un costo global de seis mil millones de dólares. Aun así no se comparan con las de México que les llevaron enorme diferencia en cuanto al costo del voto unitario. Gastamos más aquí y con demasiadas sospechas de ilegitimidad.

Obama es el presidente número 44 a pesar de ser la de ayer la elección número 69. Se debe a las reelecciones.

Las votaciones no son en días inhábiles por que en los primeros años de éstas, los representantes de cada estado tenían que trasladarse hasta el centro de compilación de los resultados y ellos les llevaba de uno a dos días. Para los gringos, los sábados y domingos son sagrados en la doble acepción del término.

Las elecciones se hacen en noviembre porque en aquellos tiempos tan lejanos era la época de terminación de cosechas y no permitían que se descuidaran las mismas. La costumbre prevalece aunque ya no haya ese motivo.

Los votantes de cada estado desde que se formó el país norteamericana, deciden que tal o cual candidato sea su representante, pero eso significa solamente que habrá solo uno quien tome la decisión final, lo que se conoce como el voto popular.

El número de votos electorales por estado lo determinan la cantidad de pobladores de los mismos, por ejemplo California tiene derecho a 55.

Para ganar una elección el candidato debe tener cuando menos la mitad de 538 votos más uno. Obama obtuvo 332 contra 126 de Mitt Romney en la elección de ayer.

El segundo lunes del mes de diciembre después de realizada la elección, los votos populares se legitimizan y la elección se califica. La asunción del ganador es el 20 de enero del año siguiente.

Y para terminar, la Constitución estadounidense tiene poco más de 225 años de antigüedad, consta de sólo siete artículos y veintisiete enmiendas. Cada artículo es muy claro y sin ambigüedades de ningún tipo. Aunque no queramos comparar, en la nuestra, la Carta Magna tiene 198 artículos, 19 transitorios y un número indeterminado de enmiendas en sólo 95 años.

Servidos.