Por Ventura Cota y Borbón III
El nivel –si acaso existe- de debatir –si acaso se le puede llamar así-, que se ha presentado a últimas fechas entre contrincantes políticos, sólo permite ver una cosa que desde tiempos inmemoriales sucede en México es simplemente que éste no existe. Los insultos son sucedáneos de argumentos inconcusos, irrebatibles, y quienes entran en esa dinámica, evidencian su pobreza axiológica.
Lo sucedido anteayer y por cierto muy criticado, es la frase escrita a través de una línea social (Facebook) en la que el diputado local por el PANAL, Manuel Madero Valencia adjetiva de IMBÉCIL al gobernador Guillermo Padrés Elías, todo a raíz de la negativa a aprobar el Presupuesto del Estado del 2012.
El caso es que las cosas ya se salieron de control de ambas tribus. El PAN y su gente, ataca a su contraparte el PRI y obvio los tricolores no se quedan callados dando como resultado esa guerra muy real entre los involucrados partidistas, pero más falsa que el discurso de Felipe Calderón en relación a la defensa del pueblo.
Los ciudadanos como espectadores sólo ven pasar los misiles verbales de un bando a otro.
Se presume que ha raíz de la no aprobación del presupuesto, el Gobernador tomó una especie de venganza y empezó a “correr” de puestos claves a priístas que siguen enconchados en la ubre del erario. De hecho, el insulto al primer mandatario del estado se dio debido a que un hermano del diputado de marras fue despedido de su trabajo en la SEC.
Sin embargo, qué culpa tiene el pueblo de esos pleitos. Ayer me tocó rodear un bloqueo que maestros tenían en apoyo del hermano del diputado “panalista” y casi perdía mi “vuelo” a Guaymas. Las pancartas que lucían los mentores decían una cosa, pero en realidad es eso. En política no hay casualidades.
La bronca apenas da visos de empezar e independientemente de que se apruebe el presupuesto con cambios o no, el pleito se intensificará y va para largo.
Como colofón a este remedo de comentario, también la dirigente del PRI en el Estado, la señora Claudia Pavlovich, pagó un dineral en publicación de un desplegado en el cual conmina al Gobernador a que se tranquilice. Periodicazos van y vienen.