Un 5 de junio diferente se vivió en México, en Sonora y en el puerto particularmente, en donde cientos de guaymenses acompañaron a familiares de los padres del niño, Germán Paúl León Vázquez, el primer aniversario luctuoso del incendio de la guardería ABC en la ciudad de Hermosillo, es una prueba de solidaridad que hay entre los padres de las víctimas.
Son doce meses que se cumplieron, de una tragedia que no sólo costó la vida a 49 niños, dejó a otros 24 con lesiones de por vida y a 80 más expuestos a potenciales daños colaterales, sino que también permitió la brutal exhibición del rostro más cuestionable de la justicia mexicana, y de algunas de las peores miserias humanas.
La convocatoria por parte del Movimiento 5 de Junio, fue todo un éxito en donde a las 14:45 horas estuvieron en la plaza Tres Presidentes, y se realizó el pase de lista de los 49 angelitos, tiempo en el cual inició el fatal incendio en la guardería ABC en la capital sonorense.
La solidaridad del pueblo de Guaymas se dejó sentir con lágrimas en el rostro de los asistentes en la marcha que dio inició en el monumento al Obelisco sobre la avenida Serdán mostrando mensajes exigiendo justicia para los verdaderos responsables.
A un año de lucha y luto, Guaymas no olvida. En la plaza de Los Tres Presidentes se encendieron 49 velas en el altar, y se dio lectura al manifiesto, con un solo propósito: llevar el mensaje a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se deben de castigar a los funcionarios que permitieron que se registrara la tragedia del siglo.
A pesar del escándalo mediático que se ha creado en torno a la tragedia, lo cierto es que el papel de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es harto limitado. Su tarea consiste en investigar y confirmar que en el desarrollo del asesinato las autoridades implicadas pudieran haber incurrido en violaciones a la Constitución, en cuyo caso informarán de ello a la autoridad competente, la cual podrá ejercer acción penal.
En pocas palabras, que si alguien espera que la Corte mande a prisión a tal o cual funcionario, podrá quedar esperando, porque eso no va a ocurrir. Si alguien espera que la PGR mande a prisión a algún director del lMSS, tampoco eso ocurrirá, y menos se ejercerá acción penal contra quien era el gobernador de Sonora en el momento de la tragedia.
Si bien nos va a los ciudadanos, habrá alguna sanción menor para funcionarios de idéntico nivel. Y tan tan. Es decir, en unos cuantos días ve-remos el peor de los rostros de la justicia mexicana; en realidad el de la injusticia y la impunidad.
Son doce meses que se cumplieron, de una tragedia que no sólo costó la vida a 49 niños, dejó a otros 24 con lesiones de por vida y a 80 más expuestos a potenciales daños colaterales, sino que también permitió la brutal exhibición del rostro más cuestionable de la justicia mexicana, y de algunas de las peores miserias humanas.
La convocatoria por parte del Movimiento 5 de Junio, fue todo un éxito en donde a las 14:45 horas estuvieron en la plaza Tres Presidentes, y se realizó el pase de lista de los 49 angelitos, tiempo en el cual inició el fatal incendio en la guardería ABC en la capital sonorense.
La solidaridad del pueblo de Guaymas se dejó sentir con lágrimas en el rostro de los asistentes en la marcha que dio inició en el monumento al Obelisco sobre la avenida Serdán mostrando mensajes exigiendo justicia para los verdaderos responsables.
A un año de lucha y luto, Guaymas no olvida. En la plaza de Los Tres Presidentes se encendieron 49 velas en el altar, y se dio lectura al manifiesto, con un solo propósito: llevar el mensaje a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se deben de castigar a los funcionarios que permitieron que se registrara la tragedia del siglo.
A pesar del escándalo mediático que se ha creado en torno a la tragedia, lo cierto es que el papel de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es harto limitado. Su tarea consiste en investigar y confirmar que en el desarrollo del asesinato las autoridades implicadas pudieran haber incurrido en violaciones a la Constitución, en cuyo caso informarán de ello a la autoridad competente, la cual podrá ejercer acción penal.
En pocas palabras, que si alguien espera que la Corte mande a prisión a tal o cual funcionario, podrá quedar esperando, porque eso no va a ocurrir. Si alguien espera que la PGR mande a prisión a algún director del lMSS, tampoco eso ocurrirá, y menos se ejercerá acción penal contra quien era el gobernador de Sonora en el momento de la tragedia.
Si bien nos va a los ciudadanos, habrá alguna sanción menor para funcionarios de idéntico nivel. Y tan tan. Es decir, en unos cuantos días ve-remos el peor de los rostros de la justicia mexicana; en realidad el de la injusticia y la impunidad.